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El sector financiero vuelve a estar de nuevo en el ojo del huracán. Dos años después del comienzo de la “crisis de confianza financiera”, cuando parecía que todo empezaba a ir por buen camino y los famosos “brotes verdes” comenzaban a florecer, los bancarios – empleados del banco - vuelven a hacer de las suyas.
¿Que puede ocurrir ahora peor de lo que ya tenemos encima, se preguntará el lector?
Sencillamente que los altos directivos que provocaron la crisis económica, y cuyas entidades tuvieron que pedir ayuda a los gobiernos para salvarse de la quiebra con dinero público, el de nuestros impuestos, no lo olvidemos, ahora comienzan a repartirse el BOTIN.
¿Cuál es el modus operandi, se preguntará el lector?
La respuesta es muy sencilla: Actuan como siempre lo han hecho, a cara descubierta, sin el menor pudor y con la connivencia de las autoridades.
Según publica Andy Robinson, en la edición de La Vanguardia del lunes 17 de Agosto, “tanto Wall Street como la City londinese han vuelto al business as usual”. Sus altos directivos se están repartiendo sobresueldos millonarios sin importarles ni admitir que esos bancos siguen funcionando, y ellos teniendo trabajo, gracias a las ingentes cantidades de dinero público que esas entidades han recibido de los contribuyentes.
Goldman & Sachs repartirá este año entre sus altos directivos y operadores financieros la cantidad de 11.000.000.000 $ (ONCE MIL MILLONES ), esto supone un 20% mas de lo que repartió en 2006, en plena burbuja inmobiliaria y financiera.
La aseguradora AIG (American Internacional Group), que tuvo que ser rescatada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, pretende pagar entre siete y diez millones de dólares a su nuevo consejero delegado Robert Benmosche.
Bank of America, que ha recibido más de 40.000.000.000$ (CUARENTA MIL MILLONES) en ayudas públicas quiere pagar 7.000.000 $ a cada uno de sus ejecutivos.
La lista sería interminable y podría llegar a aburrir al lector.
¿Que explicación dan a todo esto?: El supuesto peligro de la fuga de talentos
Afirman que: Si los bancos de Wall Street no se muestran generosos con sus directivos - recordemos que la mayoría de ellos son los responsable de la crisis - estos se marcharán a la City, y si Londres no hace lo mismo se irán a New York.
Esta manera de justificar lo injustificable, supone además una increíble, pero cierta, tomadura de pelo.
Si Homer Simpson se va a un banco ingles y Mr. Bean a uno norteamericano, lo único que cambia es el lugar y las empresas donde trabajan esos "talentos". ¿Para que la necesidad de retenerlos?
¿Que puede ocurrir ahora peor de lo que ya tenemos encima, se preguntará el lector?
Sencillamente que los altos directivos que provocaron la crisis económica, y cuyas entidades tuvieron que pedir ayuda a los gobiernos para salvarse de la quiebra con dinero público, el de nuestros impuestos, no lo olvidemos, ahora comienzan a repartirse el BOTIN.
¿Cuál es el modus operandi, se preguntará el lector?
La respuesta es muy sencilla: Actuan como siempre lo han hecho, a cara descubierta, sin el menor pudor y con la connivencia de las autoridades.
Según publica Andy Robinson, en la edición de La Vanguardia del lunes 17 de Agosto, “tanto Wall Street como la City londinese han vuelto al business as usual”. Sus altos directivos se están repartiendo sobresueldos millonarios sin importarles ni admitir que esos bancos siguen funcionando, y ellos teniendo trabajo, gracias a las ingentes cantidades de dinero público que esas entidades han recibido de los contribuyentes.
Goldman & Sachs repartirá este año entre sus altos directivos y operadores financieros la cantidad de 11.000.000.000 $ (ONCE MIL MILLONES ), esto supone un 20% mas de lo que repartió en 2006, en plena burbuja inmobiliaria y financiera.
La aseguradora AIG (American Internacional Group), que tuvo que ser rescatada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, pretende pagar entre siete y diez millones de dólares a su nuevo consejero delegado Robert Benmosche.
Bank of America, que ha recibido más de 40.000.000.000$ (CUARENTA MIL MILLONES) en ayudas públicas quiere pagar 7.000.000 $ a cada uno de sus ejecutivos.
La lista sería interminable y podría llegar a aburrir al lector.
¿Que explicación dan a todo esto?: El supuesto peligro de la fuga de talentos
Afirman que: Si los bancos de Wall Street no se muestran generosos con sus directivos - recordemos que la mayoría de ellos son los responsable de la crisis - estos se marcharán a la City, y si Londres no hace lo mismo se irán a New York.
Esta manera de justificar lo injustificable, supone además una increíble, pero cierta, tomadura de pelo.
Si Homer Simpson se va a un banco ingles y Mr. Bean a uno norteamericano, lo único que cambia es el lugar y las empresas donde trabajan esos "talentos". ¿Para que la necesidad de retenerlos?
A veces, la retención es el paso previo a la detención.
Esto plantea algunas cuestiones:
- ¿Quiénes mueven los hilos de verdad, los gobiernos o los bancos?
- ¿Por que los beneficios son privados y las perdidas hay que socializarlas?
- Si una gran mayoría de nosotros somos consciente de ello. ¿Que está ocurriendo? ¿Por qué permanecemos como ovejas?
- La clase política que permite esto. ¿Está siendo engañada? ¿Es parte interesada en el proceso?
- ¿Podría ocurrir esto en España?
- ¿Estará sucediendo ya?
Quién quiera participar, puede hacerlo en la sección "comentarios"o enviando un correo a minoriaabsoluta01@hotmail.com
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